sábado, 7 de marzo de 2009

La trans-soñada







...son las arenas lamidas por las aguas y los haces de luz de los frontales. El fogonazo del Faro también se concilia para despejar la noche de oscuridad y pincelar figuras que se mueven editando gestos variopintos. En este universo y aquí abajo, en una hora intempestiva la pasión mueve resortes ocultos y n os empuja hacia las entrañas del barranco que asciende laberíntico bajo puentes, sobre piedras, retamas, lodo. ..No es dificil caer... y caes pero te levantas y reprimes el dolor. Te notas ausente, como navegando en un fiordo noruego. Y piensas, no tengo nada que perder. Ahora, dirijes la atención camino abajo y sabes que te espera Ayaguares pero las piernas protestan y se doblan hacia adentro. La derecha no tiene voluntad propia, se retuerce y te obliga a caer de espalda sobre la mochila. Bien, puedes estirar, no estamos en Normandia y no estas a tiro de nadie. Caminas y llegas al avituallamiento. Intuyes que no lo conseguirás, demasiado pronto y ya con problemas. Tunte esta a 18 kms, puedes intentar llegar allí, comer algo, descansar, recuperar y luego seguir. Sí, eso harás.



Ahora sueñas con "centauros del desierto", abandonas el portal de la casa y te adentras en la soledad de la noche. Allí te esperan los lamentos del dingo, las fumatas del comanche, la caravana ardiendo. Sueñas viejo, sueñas. Sólo confía en la luz que nace de tu frente y verás que no tiene pérdida. Ahí esta Pinancole abatido, de sus cenizas volverá la esperanza que cubrirá de verde este valle. Tú continúas. Miras atrás y pareces ver "la santa compaña", suben como encordados y te recuerda un fotograma del "séptimo sello". ¡Caramba! no creías que fueran a por tí.



Un giro a la derecha y entras en "Oregón". Despierta, viejo. Se acabó la película. Tranquilo, estará abierto hasta el amanecer. En la plaza te aguarda comida caliente. Sacudirás el polvo y te cambiarás de botas. Más tarde entras en la tienda, tienes ganas de vomitar. No sirven cerveza, ni whyski, ni gyn tonic. Dios, que carajo sirven aquí. Cálmate, pides cama y manta, y te sientes tan abatido, baleado por un colt tras una furia de titanes. Aquí llegastes, aquí termina.



Pero sabes, que en ese amanecer que despunta otros subirán la colina, defenderán su dorsal y harán gloria. Ellos lo harán y entonces duermes. Descansa, viejo.