domingo, 20 de abril de 2008

aventura entre dos puertos




...Así ha sido la crónica de una jornada plagada de esfuerzo, aventura entre dos rincones de la isla, Guimar y Garachico, ascenso a través de la cresta de anocheza mientras los claros se levantan y despiertan el paisaje del valle. La sima del barranco de Badajoz se insinua a mi izquierda y soberbia se pierda en la negrura de su misterio. Pero hoy mis sentidos no estan abiertos a la lírica sino vorases por masticar tiempo, por aprovechar cada segundo alargando el paso y apretando los riñones...y mis piernas comienzan entonces a flaquear. ¡Mal asunto! Me adentro en el pinar superado el primer avituallamiento, el camino es idóneo para ir a trote pero desisto tras algún amago de calambres...son segundos, minutos que se pierden. Los compañeros que me adelantan son testigos de esa derrota muda que me juega las piernas. Pero insisto, la mente debe llevar la delantera, engañar al cuerpo mediante la treta de un ánimo exaltado...y por fin, Izaña, observatorios que escudriñan el cielo interrogando las estrellas. Aquí está el 2º avituallamiento, repongo fuerzas,bebo,como y salgo disparado hacia el Portillo pero ¡Ay! de nuevos las molestias, calambres en los esquiotibiales ¡me cago en...!, un furgón de la agencia Kana para y me preguntan como voy, les constesto "bien, en el séptimo cielo!. A duras penas llego al 3ª avituallamiento. Es el km 32. Me rindo a las evidencias, he perdido mucho tiempo. Apenas bebo agua, cruzo el control y bajo por la carretera de la Orotaba con pasitos cortos por si las moscas y me voy sintiendo mejor... y allí donde se acaba el asfalto, en la choza de Sventenius la pista me devuelve a la carrera, los miembros despiertan de un letargo y acelero el paso. Comienzo a adelantar a varios corredores, luego me adentro durante largo rato en una deliciosa niebla como nacida en las landas de Escocia, me alivia el sofoco que me provocó el calor. Parece que sueño, me atrapa la soledad del paisaje y aunque no oigo cantos de sirena floto con mi imaginación en los deliciosos mares de Ulises... y sigo. De vez en cuando aparecen a lo lejos como espectros las figuras de uno y otro corredor que adelanto, saludo y sigo...sigo. Al cabo, estoy en el 4º avituallamiento, el Lagar. Cinco o seis fatigosos viajeros espartanos se aglutinan en torno a una mesa con deliciosas viandas. Enseguida adivino que Circe debe estar seduciéndonos pues invita a quedarnos a echar una cabezadita. !Ni por Zeus! Tomo algo y salgo huyendo como si me atacaran lobos. Me esperan 15 km antes de abordar la bajada hacia Garachico. Sigo solo, cruzo la carretera y ahora 8 km hasta la meta. Último avituallamiento, pido un vaso de agua, el muchacho me mira asombrado !profe que haces aquí!, reconozco al alumno, ¡nada hombre a hacer turismo y echarme unas cervezas!, ¡Bueno, me voy que me persiguen! .¡Menuda bajada!, la inclinación esta hecha para destrozar rodillas y ennegrecer las uñas... pero corro sin parar. Llego a las primeras casas... tienen cierto aire laberíntico y voy....y me pierdo. ¡Dios!, un callejón sin salida, vuelta a subir. Ya arriba vuelvo por el buen camino como los niños descarriados. Queda el tramo final, unas escaleras de piedra hechas polvo como si hubiesen pasado elefantes. Bajando reconozco a u n compañero. Es la primera vez que hace la cruza y en la subida a Izaña le prometí no muy convencido que entrariamos juntos en meta. Ahora no puedo obviar la promesa. Comienzo a bajar junto con él. va temeroso, cansado, se queja de las piernas. Le espero, le animo, ¡vamos no queda nada!. Un corredor se acerca, nos adelanta. Ahora vista la clasificación, se quien es, el compañero Emilio, "el del Teide" . Perdoname si no te reconocí. Enhorabuena campeón. Estoy en las puertas, en la meta, espero que llegue el amigo, viene llorando, emocionado, lo dejo pasar, vamos entra, ¡que no , entra tú!, ¡no carajo, entra tú! es tu primera cruza , yo con esta llevo dos, venga, adelante.... y entramos en el paraíso...

2 comentarios:

Emilio dijo...

Hola José Luis.
Pregunté por ti a Santiago en meta, me dijo que habías tenido problemas y que se te fue el tiempo.
Respecto al que te adelantó en la bajada, no fui yo que bajo fatal, debió ser otro que me pasó a mí también como una moto en el sendero de piedra final.
Qué pena, casi coincidimos.
Un saludo.

Aarón dijo...

Felicidades José Luis, la verdad que esto engancha y mucho. Espero poder compartir algún día uno de esos entrenamientos, aunque de momento todavía estoy recuperandome del esfuerzo realizado. Nuevamente felicidades y sigue con tus proyectos.
Saludos...