



...si, en esta media maratón fuimos acompañados por una pareja poco agradable: Calor picaba los 30 grados y Calima cortaba el aliento y nos secaba la garganta. Los resultados fueron los esperados en este tipo de situaciones, salvo para los africanos acostumbrados a estas contingencias. El podium fue cubierto por ellos y por ellas en una tarde donde también sopló el viento para rematar la jornada.
En cuanto a mi, comencé tranquilo la 1ª vuelta y luego aumenté algo el ritmo pero sin apretar. Aún tengo las secuelas de la Cruza y no se trata de buscar lesiones. Entré en meta con un discreto 1,37, lejos del 1,31 del año pasado. Cumplí con mi ciudad, me gusta pasearla y también correrla. Más tarde, en las terrazas a pie de calle, unas cervezas refrescan el cuerpo y el ánimo y uno se olvida de todo... mientras se desliza la noche serena...
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